La Paella (Barcelo Castillo Beach Resort) en Antigua

Se debe ser agradecido a quién muy bien te ha recibido. Es justo destacar el capital humano de este hotel; el trato dispensado por el diferente personal, a mi cónyuge y a un servidor, excepcional. En este apartado quiero especialmente destacar a los que nos han hecho la estancia aún más familiar; a las campechanas y dicharacheras, Geri y Licia; a la heavy risueña Marian; a la luchadora, camarera de pisos, Conchi y a la atenta y amable recepcionista, Ana. Ambos os enviamos un enorme 🤗. Las enormes instalaciones que hemos disfrutado, son estupendas. El maravilloso apartamento era espacioso, limpio, con inmejorables vistas al mar. La piscina o zona de relax, también con muy buenas vistas, agua calentita, disponiendo de tumbonas cómodas; genial. La comida abundante, variada y muy gustosa. Los desayunos en El Ancla son la recompensa del despertar. Las comidas y las cenas en buffet Tindaya son el carburante necesario para recorrer el enorme resort. Para lo demás, vehículo de alquiler. Por otra parte, el clima suavecito, aunque el viento en las antípodas del carácter majorero. A mejorar; diría que la animación nocturna es poco atractiva. Recomendamos alojarse en este resort espectacular, visitar la sorprendente, encantadora y salvaje isla de Fuerteventura y confraternizar con l@s majorer@s. Un hotel y una isla para vivir la vida que uno se imagina.

Unas vacaciones maravillosas... todo el personal que conocí fue amable, paciente y totalmente profesional... la comida estaba deliciosa... la higiene era increíble... todo bien hecho...

Las instalaciones del bungalow son muy bonitas.

Una boda espectacular en el hotel. Destaco la amabilidad y profesionalidad de Julio y Reina que nos atendieron genial en la mesa. Gracias por esta noche fantastica!

Era una buena ubicación, pero descubrí que me pusieron en el bloque 6, que está lejos de la recepción y del restaurante principal, lo cual me pareció más como un ambiente de cantina de trabajo, teniendo que esperar y ponerte en fila para tu alimentación diaria. Cafeteras que nunca funcionaron. Básicamente, una vez que estés en tu mesa, te quedarás para deambular buscando tu comida junto con todos los demás. No hay servicio de mesa en absoluto. Lo llaman servicio de comida buffet. Ah, y si necesitas el baño mientras estás junto a la piscina, hay una buena caminata de 15 minutos. ¡Así que no es un lugar para relajarse y caminar mucho!

Todo positivo excepto que en un hotel de 4 estrellas la ropa de cama debería cambiarse con más frecuencia.

Elegimos este viaje porque el hotel formaba parte de la cadena Barceló. Ya habíamos tenido una experiencia destacable en Rivera Maya en el Grand Palladium de la misma cadena y pensábamos que aquí encontraríamos el mismo nivel, pero no fue así. Los habitantes de la isla y en particular la cadena Barceló siempre nos reciben con una sonrisa y cortesía. Al contrario de lo que está escrito en las preguntas frecuentes del sitio web, no somos (o ya no) bienvenidos en francés. Si no hablas español, generalmente dominas bastante bien el inglés. En este hotel también abunda el síndrome de reservar toallas, lo que resulta muy frustrante porque no hay suficientes tumbonas para todos. Todos están reservados incluso antes de que se abra la natación. Fuimos dos veces a la playa pública donde el alquiler de tumbonas costaba 10,50€ para dos personas, durante todo el día. La isla de Fuerteventura es especial. Es un paisaje de desiertos hechos de piedras volcánicas negras y un poco de arena. Aparte de turismo, playas y este tipo de naturaleza, en nuestra opinión no hay mucho que ver. Para resumir en general: excelentes servicios; bienvenida muy amable; frustración por el “Todo Incluido” que no está claro y la falta de tumbonas disponibles. Por ello le quitamos 2 estrellas de las 5 que fácilmente podría merecer este hotel.

Pasamos las vacaciones de Semana Santa en familia en el Castillo de Fuerteventura. Tuvimos un fantástico bungalow con dos dormitorios grandes, dos baños y dos terrazas. En el área de nuestras instalaciones reinaba una agradable tranquilidad. Como podías utilizar todas las ofertas de Fuerteventura Mar, tenías un total de cinco piscinas y varios restaurantes para elegir. Los dos restaurantes buffet eran bastante ruidosos, pero con tantos invitados no se podía hacer nada. La comida que se ofrecía era absolutamente buena y variada para estas condiciones. La mayoría de las veces íbamos a Tindaya por la noche porque aquí era un poco más tranquilo y agradable. Destaca especialmente la atención y amabilidad del personal en cada zona del resort. Recomendaríamos el complejo en cualquier momento y sin duda lo volveríamos a reservar.

De los mejores hoteles Barceló un 10 de lo mejor

Limpio, sofisticado, excelente relación calidad-precio. El personal es muy amable y servicial. Todo incluido. el servicio es totalmente adecuado, una gran selección en cada comida, comida deliciosa. Estuvimos en un bungalow superior para 4 personas, espacioso, bien equipado, con una gran terraza, con tumbona y mesa propia. Las plantas son hermosas. El complejo hotelero es grande, el paseo marítimo estaba cerca de nuestra habitación, las piscinas y la playa estaban a unos 5-8 minutos a pie, por lo que era perfecto para nosotros. Los restaurantes mexicanos y brasileños también son excelentes.