El Mirador de Tato en Granada

Ojalá el servicio de los restaurantes de Barcelona fuera tan esmerado, educado y correcto como el que recibimos en el mirador del Tato y Granada en general. La terraza es excepcional y la comida excelente. ¡Por muchos años!

Estuvimos comiendo el sábado pasado y la experiencia fue decepcionante. No se puede mantener la calidad de un restaurante y a la vez tener más mesas de las que puedes atender. Coincidimos con una comunión, un cumpleaños de unas 20 personas más unas 10 mesas con distintos comensales. Además del ruido de tantísima gente, la comida no estuvo a la altura de sus precios. La comida apareció una hora más tarde y los primeros platos fríos, tuvieron que llevárselos y traerlos de nuevo. Pedir bebidas era una odisea y los arroces dejaban mucho que desear, cosa entendible si tienes que sacar unos 25 arroces melosos de una vez. Para ir entre semana es fantástico, pero sábado o domingo no lo aconsejo para nada. Harían bien en quitar algunas mesas y no bajar la calidad.

Nos encantó este lugar. ¡La comida era increíble y el servicio muy servicial! ¡Visitamos dos veces en nuestra visita a Granada! ❤️ Por cierto, también nos encantó la vista; atardeceres espectaculares!!

Recomiendo sin reservas, comida deliciosa, vista maravillosa!! ¡Disfrútalo! (precio razonable)

Fui con mi pareja y nos atendió curro. Comida magnífica y trato más que maravilloso, se nota que curro es un gran profesional y le gusta lo que hace. Recomendado al 100%. Volveré en cuanto tenga ocasión segurísimo.

El ambiente por sí solo es el mejor de Granada.

Restaurante con balcón panorámico situado en la parte alta de Granada.

Mi novia y yo acabamos de volver de una cena en este restaurante. El ambiente es muy agradable, estábamos justo en el borde exterior de la terraza y la puesta de sol era realmente algo para contemplar. La comida muy buena, las croquetas muy sabrosas y la carne de rabo de toro casi se deshacía en la boca. El único consejo que puedo dar es sobre la cocción del arroz; un par de minutos más y hubiera estado perfecto. En cuanto al servicio, todos l@s chic@s eran muy jóvenes y se esforzaron al máximo para atender la terraza casi llena. A pesar del ritmo frenético, no escatimaban una sonrisa cada vez que pasaban por delante de nuestra mesa; algo que no se da nada por sentado hoy en día. ¡Bravo!

La comida riquísima, buenas vistas y la atención inmejorable. Recomendadísimo.

Comida normal, pero con increíbles vistas a la terraza y lejos del bullicio principal.