Eirado en Pontevedra

Ingredientes de cercanía, con una pequeña vuelta, sin volverse locos, respetando el producto. Muy buena experiencia.

Todo delicioso. La prueba de menú fue muy bien e Iñaqui y el servicio estuvieron muy pendientes de nosotros. Gran experiencia.

Calidad excepcional tanto en la materia prima como en el tratamiento del producto. Servicio espectacular. Destacan el huevo de oca trufado y las tostadas de café. Quedan en mi memoria gustativa. Con muchas ganas de repetir y probar un nuevo menú. ¡Felicidades! 🤗

Restaurante pequeño en la coqueta Plaza de la Leña en el centro de Pontevedra. Ostenta una estrella Michelin por lo que las expectativas están altas. De los dos menús que tienen, aunque íbamos a cenar, nos arriesgamos a pedir el largo, porque tenia 4 platos más que nos parecieron interesantes y no queríamos perdérnoslos. El menú comienza con tres moluscos, almeja, vieira y ostra, de los que destacaría la vieira, cruda y con muy buena textura. Seguimos con calamar simple pero decente, espárragos en salsa holandesa y un sorprendente atún “pouco” picante (pero que algo si que pica). Empezamos ya con los más contundentes, un huevo de oca en revuelto muy sabroso y preparado por el propio chef, lo que es un detalle agradable, ventresca de atún, simple pero acompañada de una vistosa “tierra” de ajada muy acertada. Seguimos con un paté al que se suma un pan brioche que me pareció de los mejores pases, y para terminar una falsa lasaña de rabo, que me pareció el mas simple en cuanto a sabor, en cuanto a que no dice nada nuevo, pero bien de ejecución. Terminamos con dos buenos postres, una tarta de manzana y una muy decente torrija y los “petit fours”. Toda la comida fue acompañada de “Narupa Salicornia”, un vino blanco Albariño con cuerpo y cierta crianza que sostuvo bien la degustación. Una media de 130€/persona que, en general, creo que tiene una relación calidad-precio aceptable sin ser de las mejores. Como único detalle discordante, decir que al entrar nos asignaron una mesa que nos pareció “mala”, mal situada, un poco para aprovechar el escaso espacio. Como había otras libres solicité un cambio, y el camarero, si bien nos permitió el cambio, reaccionó de manera un tanto desabrida e impropia para un local de esta categoría. He de decir en su descargo que el resto de la cena fueron muy amables.

No está mal la experiencia pero, en mi opinión, creo que es un poco arriesgado el hecho de no especificar el menú que vas a comer con antelación cuando hay platos bastante arriesgados como pescados crudos, foie... Es algo que va en el gusto personal pero, al final, corres el riesgo de que en el menú tengas varios platos que no te gusten. La gestión de las reservas es bastante caótica y el horario que se especifica en Google no es correcto. La atención del personal de sala fue maravillosa, súper majos. También nos sirvió un plato el chef que también nos pareció encantador

Cocina de gran calidad con buen producto. Todas las elaboraciones estan en su punto perfecto, las verduras el marisco los pescados las carnes. Se preocupan de hacer el pan que sirven en el restaurante, eso es de agradecer. No podemos decir nada más que muchas gracias por hacernos disfrutar de la cocina del Eirado da leña.

Hemos ido a comer cuatro amigos y, aunque ya habíamos estado en otras ocasiones, vemos que con los años mejoran. Destacar la paciencia que ha tenido Raquel, tanto en el maridaje (selección magistral de vinos resaltando la originalidad de los caldos), como en los tempos de la degustación; así como la profesionalidad de Rogelio (explicación amable y detallada de cada plato). Ambos lograron ajustar con éxito el ritmo durante la evolución de la velada ¡mil disculpas por nuestra demora!. Como no, con respecto a Iñaki, compartimos su máxima de "PRODUCTO, PRODUCTO, PRODUCTO"; pero quién lo ha elevado a un nivel óptimo para disfrute de nuestros paladares, ha sido él, el Chef Bretal, secundado con maestría por el equipo de cocina. Por todo lo comentado: GRACIAS "EIRADO DA LEÑA"

Experiencia increíble, una comida perfecta de calidad y fresca, con productos de la tierra. Un trato maravilloso. Volveremos sin duda.

La vida es efímera, es un hecho que comprobamos por desgracia día tras día, la diferencia está en los pequeños detalles, saber disfrutar de los momentos o intentar elegirlos bien, considero que hoy hice una elección correcta dado el grado de satisfacción en el que me encuentro ahora mismo. Quiero dar la gracias por la atención y la cocina pero sobre todo por marcar la diferencia a la gente que me atendió hoy en un pequeño espacio digno de mención. GRACIAS 😄

Una experiencia culinaria excepcional. Tuve el placer de disfrutar de su magnífico menú degustación. Cada plato fue una sorpresa deliciosa, con una presentación impecable y una explosión de sabores que mostraba la habilidad y creatividad del talentoso equipo de cocina. Una experiencia verdaderamente inolvidable que merece ser celebrada en pareja en un día como hoy.