Eclectic en A Coruña

Un trato excelente. Desde el momento en que entras en el restaurante, el cliente se convierte en el centro de atención. Consiguiendo una simbiosis entre historia y gastronomía, que interactua con cada plato que se sirve. El menú exquisito, te sorprende cada plato, que disfrutas en un perfecto orden, de sabores, olores, un placer para el paladar. Los postres te trasladan a un mar de sensaciones, rondando la excelencia. Resaltar la decoración, el ambiente, la tranquilidad, que se crea en el local, que permite disfrutar de manera relajada de cada plato. La carta de vinos es correcta. Por poner un pero quizás el precio del vino, relación calidad precio, a mi entender, es algo elevado, al igual que el café y las infusiones. No se añaden, más comentarios, ni fotos con el fin de respetar el criterio del restaurante.

El menú tiene 23 platos servidos en 9 tandas y ha durado en total unas 3 horas. La mitad de los platos nos ha gustado mucho y, de los demás, algunos nos han parecido curiosos y otros simplemente planos. En algunos nos ha sorprendido el sabor y en otros la textura. Aunque hay menús degustación más baratos en los que todos los platos están buenísimos, nos ha gustado probar tantas cosas. La contrapartida es que las raciones son minúsculas y preferiríamos repetir alguno, aún a costa de eliminar algún otro. Como valor añadido, el menú está inspirado en un libro y, mientras sirve los platos, el camarero comenta partes de él y curiosidades de la cocina tradicional gallega. Aunque a veces se hace un poco pesado, valoramos positivamente la experiencia y el haber aprendido cosas. Al terminar te entregan un QR de dónde descargar el libro.

Fantástico. Muy recomendable. Realmente disfruté las explicaciones y la pasión por los platos y la historia de la comida local.

Es una Experiencia. Con mayúscula. El menú degustación es en general muy rico, con algunos bocados mejores que otros, pero se disfrutan todos. Se disfruta también el ambiente, y la maravillosa acogida y atención de equipo. Se disfruta una carta de vinos poco habitual, bien escogida y mejor explicada. Y se disfruta un trabajazo de investigación de las recetas y de la historia que tienen detrás y del trabajazo de convertir esa historia en un menú delicioso. Se disfruta de poner cara a todas las personas que forman el equipo desde que entras, y también en la web, así como de los proveedores que les acompañan. Porque todas esas personas son importantes en cualquier restaurante, pero muy pocas veces he visto este nivel de reconocimiento. Hay interés, hay curiosidad, hay respeto, hay trabajo de calidad y hay personas que son capaces de poner todo esto a tu disposición para tu disfrute. Gracias.

Ofrecen dos menús que se diferencian por los productos que intervienen y no por la cantidad. En los menús se enumeran los productos que intervienen y no los platos. Está situado céntrico y estéticamente parece una casa particular. Muy buena atención por los chefs.

Nos sorprenden con cada uno de los niveles de la degustación. Si el menú dedicado al tiempo y a sus respectivos Dioses es sublime, no es menos delicada y elegante la elección tanto del mobiliario, como de todo el atrezzo y servicio de la mesa. He estado en restaurantes con estrella donde he disfrutado mucho menos que con vosotros. ¡Enhorabuena equipo!

Dió un gran salto de calidad con respecto al anterior, no solo cambio de sitio y de decoración La bodega está muy bien escogida. No dispone de maridaje para los menús. Poco tiempo para comer. El menú largo debería servirse a las 13.30.

Experiencia tanto para disfrutar con amigos, familiares o citas de negocios , un ambiente relajado, cómodo, servicio atento. Los menús de cada temporada están pensados y mimados, cada bocado sorprende agradablemente y no defrauda nunca. Seguiremos yendo para disfrutar de cada nueva invención, seguro. Gracias Sergio y Paco.

Cocina original siguiendo el guion que trazaron los diseñadores del menú para presentar los platos ,sabores intensos ,repetiremos .

El día que fuimos estabamos sólos y es cierto que incomoda un poco porque al final están "demasiado" pendientes de tí y hay tanto tanto silencio que aunque nos hablaramos susurrando se nos escuchaba cualquier cosa.... Se olvidaron de ponernos uno de los platos del final que nos dimos cuenta al salir y repasar el menú. Por el dinero que se paga éste despiste no nos gustó... Al márgen de estas cosas, la comida estaba muy rica y nos gustó ver al cocinero preparar las cosas tan de cerca.