Bar- Restaurante La Panaderia en Real Sitio de San Ildefonso

Ambiente agradable y comida muy buena. Precio y calidad muy bien

El menú del mediodia bien de precio y muy bueno.Camareros super amables y profesionales.El pastel de queso ,mi perdición,exquisito.En resumen muy recomendable si visitáis el palacio,por cierto,precioso.

Fuimos de visita a La Granja de San Idelfonso, preguntamos por restaurantes de confianza y La Panadería fué uno de ellos, nos costó un poco encontrarle, pero ahí estaba, en una calle sin salida. Entramos e hicimos la reserva. Volvimos y comimos, toda una experiencia. Todo estaba buenísimo y con muy buena presentación. Para el servicio un 10, continuamente preguntando si necesitábamos agua, vino o cualquier otra cosa. 👍 La cocina de leña encendida y una decoración acogedora. El precio del menú el mejor de la zona. Invitamos a visitarle y totalmente recomendado. Posta: No olvidar hacer la reserva con tiempo.

Restaurante muy coqueto en la primera planta. Para los fines de semana lo ideal es el cochinillo y la sopa castellana, con un menú de coste medio. Para el postre la recomendación es el ponche segoviano La atención es amable, y muy profesional. Se puede consumir en barra hasta las 13:00, acompañando las bebidas con tapas muy válidas recién hechas

Comida muy rica, especial mención al maravilloso servicio, agradables y profesionales.

Segunda visita a este restaurante un poco fuera del palacio. Buena acogida, servicio al ritmo adecuado y siempre excelentes servicios. Ingreso especialmente por el excelente ponche segoviano, uno de los mejores del sector.

Comimos el menú castellano 4 personas, judiones, cochinillo y ponche segoviano por 26 euros, tengo que decir que un acierto muy contentos todo muy bueno y casero, lo recomiendo plenamente para probar la gastronomía segoviana

Un lugar encantador; la comida, muy rica; el servicio de su personal, estupendo y muy atentos, muy simpaticos y el ambiente, genial. Es la segunda vez que vamos y seguro que repetiremos.

El restaurante es súper agradable. Nos pusieron al lado de la chimenea, lo cual agradecimos ya que estaba nevando. Tienen buena música de fondo, que hace que la velada sea aún más agradable. Pedimos una crema de espárragos y un chuletón para 2. La crema estaba suave, pero el chuletón vino frío (pese a venir en la piedra) y sabía algo raro. La tarta de chocolate, sin más. La carta es amplia y variada, con precios razonables. En cuanto a la chica que nos atendió, fue muy atenta. El servicio fue rápido.

Hemos comido cuatro adultos y dos niñas. Viernes Santo. Nos han atendido de lujo. El comedor a pesar de ser en la planta baja con la chimenea y la calefacción de pellets se estaba de lujo. Daba gusto estar. La atención de los camareros en la barra como en la mesa de lujo, a puro mimo. En la barra hemos pedido consumición para 4/6 que éramos y nos han sacado tapa para los seis. Muy atento. Las brochetas de pollo y gambon con salsa de soja impresionantes y el revuelto de morcilla además de por presentación, impecable el sabor. Mi marido se ha pedido el chuletón a la piedra y no sé la ha podido terminar. Raciones para compartir. Además habíamos pedido para mí y mis dos hijas dos entrecot para compartir y nos ha indicado la camarera que era muy grande y que tal vez con uno nos servía y que si luego queríamos más ya pediríamos. Hemos pedido solo uno y nos lo han sacado cortado en una piedra además de un plato de patatas y pimientos verdes. Vamos era tan grande la ración que no hemos podido terminar con ello y nos lo han preparado para llevar. Y para finalizar nos han invitado a los licores. Vamos una gozada. No se puede pedir más. Muchísimas gracias.