12/05/2024: La calidad de la comida y el servicio estuvieron muy bien. Sin embargo estábamos muy apiñados en la mesa y uno de los laterales de la misma estaba tan pegado a la pared/ventana que difícilmente se podía colgar siquiera la ropa de abrigo en la silla y por supuesto era imposible salir sin levantar a toda la fila de comensales. El restaurante estaba lleno y el ruido impedía mantener una conversación (aunque que los españoles seamos tan ruidosos es algo que escapa al control del restaurante). Repetiría, pero no un sábado para la comida.
10/05/2024: Estando de comida con un familiar, al ir a ver un evento deportivo celebrado en la Caja Mágica, decidimos venir a este restaurante asturiano y la experiencia fue buena.
Como entrante optamos por probar colas de langostino en tempura. Estaban muy ricas, bien crujientes como debe ser una buena tempura. Se nota que la materia prima que utilizan es buena. Eran servidas con una salsa que las acompañaba a la perfección. Eso sí, me parecieron algo caras dado el número de piezas que vienen (7 unidades por 18€).
De principales decidimos compartir dos cachopos individuales diferentes: uno de ternera rosada con queso La Peral y cecina de León y el otro de ternera rosada con papada ibérica Joselito y queso semicurado. Ambos cachopos vienen acompañados de patatas fritas (muy ricas, naturales y bien fritas), de pimiento asado (también muy bueno) y de una salsa de queso cabrales que acompaña la carne a la perfección. Ambos cachopos estaban muy buenos, aunque me gustó más el de papada ibérica, ya que, en el otro, gran parte del queso que contenía se salió del interior del cachopo y estaba algo más seco que el otro. En cuanto a la carne, estaba tierna y bien empanada.
Respecto al postre, quisimos probar su famosa tarta de queso. Está muy buena de sabor, bien cremosa de textura. Quizás hecho en falta que lleve algún queso más potente que le añadiese aún más sabor a queso, pero por lo demás es un clásico del restaurante que no ha de faltar.
Una cosa que me llamó la atención es que, de aperitivo, te ponen una pequeña crema de queso cabrales para untar en biscotes de pan junto a unas patatas fritas y aceitunas. Hasta ahí normal, pero, al pedir la cuenta, te das cuenta que lo incluyen en la factura como parte del servicio, lo cual me resultó curioso.
En cuanto a los precios, aunque la comida y la materia prima es de buena calidad, me parecieron algo abusivos (tanto el de la comida como el de las bebidas, pues los tercios de cerveza costaban 4€ cada uno): por el entrante, dos cachopos individuales, la tarta de queso y la bebida tocamos en torno a 45€ cada uno.
El servicio por parte del personal fue correcto y atento. En definitiva, se trata de un buen restaurante asturiano situado por la zona del metro de Arganzuela-Planetario con materia prima de buena calidad pero con unos precios ligeramente elevados.